El privilegio de congregarnos
Nuestro Padre Celestial, te damos gracias hoy por este privilegio de poder congregarnos otra vez, sabiendo que algún día nos congregaremos por última vez como seres mortales, pero luego nos congregaremos en un estado glorificado contigo. Allí estarán todos los redimidos de todas las edades, y cómo late nuestro corazón fuertemente con la gran expectativa, esperando que llegue esa hora. Y al pensar en eso, todos los temores nos dejan; y en verdad no tenemos nada por qué temer ni por qué estar apesadumbrados; sino más bien esperamos ansiosamente la promesa -que el Dios Eterno nos ha hecho, la cual sabemos que es verdadera. Por eso mismo es que vivimos; para ver esa hora y ese momento cuando lo mortal sea transformado y hecho a la semejanza de El. Rev. William Marrion Branham.